









Un criado oyó en la plaza del mercado que la Muerte lo estaba buscando.
Volvió a casa corriendo y dijo a su amo que debía huira ala vecina población de Samarra para que la Muerte no lo encontrara.
Esa noche, después de la cena llamaron a la puerta. El amo abrió y vio a la Muerte, con su larga túnica y su capucha negra. La Muerte preguntó por el criado.
- Esta enfermo y en cama- se apresuró a mentir el amo-. Esra tan enfermo que nadie debe molestarlo.
- ¡ Que raro! Comentó la Muerte-. Seguramente se haya equivocado de sitio, pues hoy, a media noche, tenía una cita con el en Samarra........
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